Como cada 3 de enero, se cumple un año más del natalicio de J.R.R Tolkien. A modo de conmemorar ese día, presento la ponencia que expuse en Mendoza el 2012, analizando el cuento "El herrero de Wootton Mayor" como expresión de sus visiones sobre la Fantasía.
Hoy se cumple un año más del natalicio de J.R.R Tolkien, así que, como corresponde, he decidido dedicarle una nueva entrada en este sitio.
Anteriormente ya había publicado un ensayo en dos partes (AQUÍ y AQUÍ), por su extensión, sobre la importancia de Tolkien como autor de Fantasía y su relevancia para quienes ésta es algo más que un campo de experimentación o juego. En ese entonces, el origen del ensayo nació a partir de mi disgusto hacia el tipo de textos que se suelen escribir en Chile (y, bueno, en el ámbito hispánico en general, el que, como sabemos, no tiene tradición de Fantasía verdaderamente relevante) sobre el autor y sobre la Fantasía en general.
Es increíble constatar cuánta vaguedad o rencor suscita un autor como él en sus lectores, tanto para quienes lo elogian por motivos totalmente ajenos a su propuesta estética como para quienes lo repudian o ven como "lectura adolescente" sin haber entendido realmente lo que estaban leyendo, o sin haber leído algo más que El Señor de los Anillos, El Hobbit y, con suerte, parte de El Silmarillion. Esto demuestra que Tolkien es un autor complejo de leer y abordar críticamente, pues parece estar siempre el riesgo de caer en extremos.
- 1/03/2014
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