A propósito de la publicación de la novela The Buried Giant de Kazuo Ishiguro, que incorpora superficialmente elementos fantásticos, analizo y discuto las críticas que sostuvieron Le Guin y el autor sobre la Fantasía, tanto como estética como género comercial.
Una de las controversias literarias más recientes y peculiares de los últimos días ha tenido como protagonista, curiosamente, a la Fantasía y a las visiones que dos autores de reconocido prestigio han sostenido públicamente. Estamos hablando de las reacciones que suscitó la publicación de la esperada nueva novela del autor Kazuo Ishiguro, The Buried Giant, y sus palabras al respecto en una entrevista del New York Times. En ésta, el escritor confesaba sus dudas sobre la obra, que presentaba muchos elementos propios de la Fantasía, y la forma en que sería leída y valorada por los lectores: "¿Me seguirán los lectores en esto? ¿Entenderán lo que estoy intentando hacer o los elementos superficiales los dispondrá al prejuicio? ¿Irán a decir que esto es fantasía?"
A los pocos días, Ursula K. Le Guin salió a exponer sus propias opiniones, ya no sólo hacia la novela de Ishiguro (cuya lectura, según cuenta, se le hizo "dolorosa"), sino también hacia lo que implicaban estas palabras. Y es que, para Le Guin, lo que había expresado Ishiguro le había parecido tan insultante que había sentido la necesidad de responderle. Por supuesto, este acto suscitó un tumulto de comentarios y discusiones en la comunidad literaria: ¿pueden haber encuentros significativos entre la ficción literaria y la Fantasía?, ¿es la obra de Ishiguro un atrevido y necesario experimento que ayudaría a acercar la Fantasía a otros lectores y apartarla de preconcepciones inválidas?, ¿ha sido Le Guin un tanto quisquillosa o arrebatada en su reacción?
- 3/23/2015
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