Presentación de Verónica (a la derecha). Foto de Ediciones SM Chile. |
No me equivoqué. La tarea se asemejó mucho a buscar un anillo diminuto entre el brezo, en una tierra que está ya cubierta de anillos de todos los tamaños, formas y colores. Pero, ay, los cuentos de hadas me habían enseñado que los objetos mágicos son inflexibles en sus ataduras con nosotros y que yo jamás podría conformarme con un anillo que no fuese aquel que había forjado en mis deseos, hermano del que yo misma alojaba en mi propio dedo, tan tosco y atrevido como yo misma.
- 12/05/2016
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