Publicación de El musgo en las ruinas

10/29/2018

Comparto la publicación de un nuevo proyecto: El musgo en las ruinas, una pequeña antología digital de tres cuentos de Fantasía, compuesta por dos inéditos y uno previamente publicado en una versión temprana. El libro, en formato epub, mobi y PDF, puede descargarse gratuitamente desde aquí, vía pago social; solo se requiere compartir el enlace que generará la plataforma en alguna cuenta de redes sociales a elección. También puede agregarse como lectura desde su ficha en Goodreads, aquí.

A continuación explicaré algunas cosas sobre la obra.

El origen

La génesis de este proyecto es larga y accidentada. Originalmente, hace ya unos años, tenía la idea de autopublicar una compilación con varios de los cuentos que había publicado en Fantasía Austral, a modo de cierre de etapa y como forma de compartir un trabajo que ya no estaba disponible en Internet. Me interesaba también poder ofrecérselos como lectura a dos personas (Emilio y Mariela) que siempre, desde que me conocen, han confiado en mí y en mis historias, y que comparten conmigo una visión y un amor similares a los míos por la Fantasía.

Sin embargo, por diversas razones, esta idea original no terminó de cuajar: no me convencían las sucesivas propuestas de selección y las reformulaba constantemente, la mayoría de los cuentos tenían un perfil demasiado primerizo y requerían de mucho trabajo de reescritura, el editor que inicialmente se encargaría de revisar los textos se desentendió del proyecto, etcétera. Finalmente terminé por abandonar la iniciativa y seguir con mi vida y con mis otros proyectos literarios: ya tenía bastantes accidentes y experiencias tortuosas en ambos. Pero nunca dejé de pensar que necesitaba retomar la propuesta en algún momento para realizar mi despedida simbólica, aunque ya no fuese necesaria, y concretar mi ofrecimiento a estos dos lectores queridos.

Con el tiempo, afortunadamente, el contexto se volvió propicio para esta recuperación.


La edición

Dos situaciones complementarias confluyeron en esos años: por un lado, el descubrimiento de los torcidos protocolos de muchas editoriales; por otro, el hallazgo de nuevas plataformas para publicar material gratuito, alejadas de la hegemonía de Amazon, en las que comenzaban poco a poco a difundirse proyectos muy interesantes que no estaban interesados en recaudar dinero o perseguir fama. 

Contemplé entonces hacer una autopublicación digital gratuita de mis cuentos, pues me pareció la opción más acorde a mi visión ética, y a la vez la más práctica.

Opté por el formato digital porque eso abarataba enormemente los costos de producción, que de otra forma no podría haberme permitido sino de manera muy acotada, y porque me daba acceso a un canal de distribución virtual que me habría resultado muchísimo más restringido de limitarme a ejemplares impresos. Y opté por la gratuidad principalmente porque la idea de la antología surgió como una iniciativa tan íntima que no se me ocurrió entonces ponerle un precio. Supongo que esto se relaciona también con mi resistencia a concebir mi obra como un producto de mercado ante el cual supeditar la continuidad de mi propuesta literaria. A mí nunca me ha interesado “vivir de la escritura”, por lo que este proyecto cumple ante todo una función simbólica en mi accidentada trayectoria como escritora. 

Desde luego, que la obra sea digital y gratuita no significa necesariamente que yo misma la haya generado por mis propios medios. Por el contrario, recurrí a dos profesionales para que me ayudaran con la preparación del ebook. Pilar Caballero, amiga y compañera de la Nave Invisible, se hizo cargo de la labor de diagramación digital y corrección de estilo y, de paso, se convirtió en la primera entusiasta lectora de estos cuentos. No puedo ocultar que su gran e inesperada valoración de los textos me animó a continuar adelante con el proyecto a pesar de las dudas que me amenazaban a cada instante. La portada, por su parte, es obra de John Leyton, quien previamente había creado la portada para La niña que salió en busca del mar. Creo que John tiene un talento particular para potenciar mis conceptos de ilustración originales, y en esta oportunidad no fue la excepción.


Los cuentos

Ahora, ¿cuáles son los cuentos que integran la antología? Como indiqué antes, al principio la muestra total de relatos elegibles era bastante alta, pero mientras más la leía más horror me causaba. Al final terminé quedándome con cuentos que escribí originalmente en el último tramo de aquella era dorada, más allá de que hubieran sido publicados o difundidos por Fantasía Austral.

No creo que un escritor deba liberar al mundo absolutamente todo lo que escribe. Sin embargo, estoy convencida de que esta acotada selección cumple el propósito que me propuse para la aventura de la antología, pues, a pesar de ser solo tres, creo que resultan representativos del fin de una etapa importante en mi vida y suficientemente variados en temas y estilos a pesar de todo. De alguna forma este trío refleja algunas de mis dimensiones de interés como autora que he ido desarrollando con los años: la narración de rasgos míticos, la exploración bajo ciertos códigos del cuento de hadas y un anhelado regreso a la narrativa de aventuras.

A continuación describiré brevemente cada uno de los tres cuentos.


  • Las lágrimas de Lianna
Este cuento nació de una inquietud que tenía ante la historia del venerado dios nórdico Balder y su muerte. Alló se planteaba una curiosa insurrección por abstención que me fascinó y que me dejó pensando en los verdaderos motivos por los que alguien podría negarse ante algo que casi parece una imposición divina. A partir de ahí, la historia de Lianna fluyó sola.

Este es el único cuento de la compilación que vio la luz alguna vez en web (es decir, un espacio accesible), publicándose en una versión muy primitiva en Fantasía Austral. Sin embargo, como estoy segura de que nadie la leyó en su momento, y como ya nadie podrá leerla, pues da igual: texto inédito al fin y al cabo.

  •  Canción de grillo
Este cuento nació por el interés que me había suscitado la lectura de la obra de Jesús Fernández, Reyes de aire y agua. Quería volver a escribir un cuento de hadas sobre una niña maltratada, y que quería que en él saliera un grillo.

En general, los temas de la historia son muy en la línea del cuento de hadas, pero su forma es más experimental, poderosamente metafórica y deliberadamente densa: una aglomeración de significantes tan espesa como un bosque. En otras palabras, una búsqueda estilística personal para poder narrar el horror de los episodios contados en la historia.

  • Memoria
Este cuento, como se indica en la dedicatoria, nació por mi amor hacia los JRPGs de la SNES y de la PSX, videojuegos que me criaron y me acompañaron a lo largo de una infancia y una adolescencia difíciles y solitarias. En retrospectiva, creo no equivocarme si sostengo que en realidad esos títulos fueron mis verdaderos amigos en esas épocas. Sin embargo, hasta entonces, no había incursionado formalmente en una Fantasía cercana a la de ellos, fuera de proyectos muy personales de los que no hablaré ahora: muy aventurera, con bastantes visos épicos y una insistencia en valores como la amistad, la esperanza y el sacrificio. Este cuento surgió para intentar recoger algunos de estos aspectos.

El relato se publicó originalmente, en una versión primeriza, en la antología Poliedro V, quinta versión de una serie de compilaciones imaginativas de larga y accidentada trayectoria en Chile. Este libro en particular se demoró bastante en editarse (cerca de dos años) tras la nómina inicial de autores y relatos elegidos por convocatoria, por lo que no dudé en fijar la fecha de origen del cuento hacia los últimos momentos de esa era dorada a la que me he referido.

Como toda antología semejante, Poliedro V incurría en esa desgracia que solo yo parezco notar: la ausencia casi total de Fantasía en desmedro de la ciencia ficción, el terror y lo fantástico. Por estas razones, me alegra haber rescatado la historia con la que participé, que siempre me gustó mucho, y haberla reescrito para que tuviera unos acompañantes ficcionales más afines a su espíritu.


Esperanzas

¿Qué espero de la publicación de esta antología? No creo tener derecho a esperar más que la lectura atenta de los dos lectores que inicialmente la motivaron, pero es inevitable desear que otras personas lean los cuentos y encuentren algo valioso o interesante en ellos. La entusiasta valoración de Pilar me ha hecho recordar cuán dulce es encontrarte con las emociones de los lectores tras leer aquellas líneas que escribiste desde el corazón.

Ahora bien, sabemos que vivimos en tiempos en los que lo promoción, la popularidad y la visibilidad del autor como marca tienen más peso que lo que las palabras desnudas puedan dar de sí. Por lo anterior, sé que solo cuento una certeza, y esta es la satisfacción de haber elegido esta nueva aventura sin traicionar mis ideales como autora, y de algo incluso más importante: haber tenido el coraje de cerrar simbólicamente un portal que me fue muy preciado alguna vez, rescatando lo poco que valía la pena de él. Me alegra en particular haber conseguido esto con las únicas herramientas que he tenido siempre, probablemente lo mejor que puedo entregar de mí misma: las palabras. Parafraseando los versos de Yeats que uso como epígrafe de la colección, quiera el destino que ellas puedan permanecer cuando toque otra vez el momento en que todo vuelva a quedar en ruinas.

Quedan entonces todos invitados a leer estas páginas. Ojalá sean de su agrado.





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